Para hacerlas, lo más recomendable es utilizar moldes de silicona para que sea más sencillo desmoldarlas. Si no tienes, puedes usar moldes plásticos. Píntalos previamente con aceite de coco para que sea más fácil despegar las gomitas. Otra opción es verter la mezcla en una fuente de vidrio apta para el refrigerador y luego cortarla en cubitos.
En todas las recetas, ten en cuenta que 1 taza equivale a 240 ml.
Ingredientes
- 1 1/2 taza de jugo de fruta o verdura fresco
- 4 cucharadas de gelatina sin sabor
- De 2 a 4 cucharadas de miel (depende de qué tan dulce quieras que quede el jugo)
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
Procedimiento
1. Vierte el jugo en una olla pequeña. Espolvorea la gelatina y déjala reposar por unos minutos, hasta que la superficie se vea arrugada y el polvo absorba el líquido. Luego revuelve.
2. Lleva la olla a fuego medio. Deja que el preparado se caliente, sin que hierva. Deberá pasar de espeso a líquido. Lo importante será que toda la gelatina se disuelva. Podrás comprobar que esto haya sucedido al sumergir un dedo en el líquido y frotarlo contra el pulgar. Si se siente suave, estará listo. Si se siente granulado, deberás dejarlo un rato más.
3. Agrega la miel y el extracto de vainilla.
4. Vierte la mezcla en un molde y refrigera de dos a tres horas o hasta que esté listo.
5. Desmolda las gomitas. Puedes conservarlas en el refrigerador dentro de un recipiente hermético de dos a tres semanas.
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